Caí en la cuenta de que nada extraordinario sucedía en mi vida, que era como una línea lógica y exacta, así que empecé a cuidarme, me refiero a que dejé ciertas drogas -menos el relajante muscular-, me compré un cepillo de dientes eléctrico e hice deporte. Entonces la conocí, en un impactante día cualquiera. Ahora ella me aprieta, suspira en mi cuello, acaricia mi espalda mientras bailamos Billy Paul... Hubiera salido corriendo de aquél salón, lleno de vergüenza, pero es que no encuentro nada antiguo en ella, es como... como ninguna! Una singularidad en la que me rompo y orbito como un loco-enajenado//Una gravedad suave y desnuda en la que no sirve de nada saber contar. 1 y ya está. Ni recordar. 1 y ya está.
THA
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