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Note

jueves, 12 de noviembre de 2015

Astucia Y Ansiedad.

Imagínese que todo es palabrería barata. Atiéndase y se dará cuenta. Usted habla a salto de mata, se precipita absurda y torpemente. Cualquier justificación impresiona de frágil a corto plazo y resulta insostenible tras el frío análisis, pues no se encuentra ni una verdad imperiosa en su razonamiento.
Trague saliva si su conciencia se lo sugiere; sea valiente y llore si no puede serlo; márchese.
THA

lunes, 6 de julio de 2015

VENGANZA

La paciente había perdido el conocimiento en medio del pasillo.
Me acerqué y vi que respiraba tranquila, tenía pulso aunque respondía dificultosamente a los estímulos; la coloqué en posición de seguridad y pedí ayuda. La adjunta de urgencias llegó y comenzó a vociferar que por qué no tenía un guedel colocado.
Entonces declaró -con sus podridos muertos a caballo- que yo no podía atender a pacientes algo más complejos de lo normal porque me superaba, que su marido no se la follaba desde el verano que Maradona levantó la copa del mundo y que yo tenía que devolvérsela de alguna manera…
Estaba empezando la residencia y quizá tenía razón pero, no debió gritarlo delante de compañeros y de pacientes. ¿Cómo iba a continuar trabajando durante toda esa guardia? Qué vergüenza, a mí, sin saber quién soy ni hacer amago de intentar conocerme, puta, a mí que me respeta tanta gente… No era la primera vez que lo hacía, una vez pasé inadvertido unos crepitantes en la auscultación pulmonar de un paciente que acudía por tos pertinaz… Resultó ser un debut de insuficiencia cardíaca. La señorita súper-mierda se acercó al paciente y mirándome, desde la cabecera de la cama y con las manos del paciente en las suyas, vomitó sedosa: <> elevando el volumen conforme terminaba la frase…
Blasfemia, cualquier cosa que saliese de su boca merecía menos que la indiferencia. Me la imaginaba en el espacio suspendida, virando desesperadamente cerca del sol, quemándose, sin retina, sin brisa, los ojos blancos como los de un pescado asado, ¡NO! Demasiado poco para ella, casi un regalo morir de esa manera… luego me imaginaba que le acuchillaba los ojos y la ataba a la pata de una litera oxidada, la dejaba sentada vestida con un saco de patatas (meado por perros)..
-Doctora Serrès, ¿puede acompañarme un segundo a un box vacío? –Dije intentando mantener la compostura.
–Va a ser que no. Estoy ocupada con TÚ paciente –dijo enfatizando sobre el “TÚ”.
Tuve que empezar mi reprimenda en público.
-Doctora, me sienta muy mal lo que has hecho, corregirme y dejarme en evidencia delante de compañeros y pacientes, es una falta de respeto que no puedo admitir, ni yo ni nadie, ¿entiendes? –dije con el mayor de mis respetos. En realidad tenía que haberle metido un puñetazo.
-Ah! ¿Sí? –Dijo la doctora con los brazos en jarra–. Escucha, tú eres el único que se deja en evidencia. Ya eres residente de segundo año y tu actuación ha sido muy pobre, estas muy flojo. Ya puedes mejorar y mucho para no suspender.
– ¡¿De qué coño vas?! –Exclamé fuera de mí.
– ¡Eh eh! A mí no me hables mal –dijo agitando el pelo y buscando con la mirada a cómplices que la apoyaran.
–Déjalo, es como si le hablases a una pared –añadió una segunda adjunta, una tal Gordoy a la que también le caía en gracia.
Necesitaba calmarme, fui al baño y me mojé la cara, miré mi cara durante un rato hasta que comenzó a deformarse. Me gusta ese efecto: cuando desenfocas la mirada pero sigues mirándote fijamente al espejo, tu rostro comienza a doblarse y adopta formas monstruosas.
¡Eso era! Ya sabía lo que tenía que hacer.
Avanzada la noche ya apenas venían pacientes, intentaba disimular que estaba serio y malhumorado, pero la idea de convertirme en monstruo se apoderaba de mí, intrusa al curso de mi pensamiento dibujaba una sonrisa etrusca.
La doctora entró a la sala del café, yo sabía que allí no había nadie y la seguí. Estaba de espaldas. Pensé que me daba asco también físicamente, una tabla de planchar, ese culo carpeta y esas piernas finas como el tobillo de una gamba. Era joven pero físicamente no valía ni de combustible orgánico.
Me acerco sigilosamente, ella no se da cuenta y antes de tocarle el hombro se da la vuelta y da un sobresalto.
-Ey, no te había oído entrar –dijo en un tono entre conciliador y asustado.
–Soy un idiota, siembra vientos y recoge tempestades –dije alcanzando una taza.
– ¿Qué quieres decir? –Dijo mirándome con cara de asco, su cara, a la vez que removía zorramente el asqueroso café.
Entonces me acerco, pienso en acercarme hasta que dé un paso atrás y dominar físicamente el momento; lo hago, ella da el paso atrás, le toco el antebrazo y le susurro:
“No te paso ni una más, a la próxima te acuchillo 80 veces hija de puta”.
Me retiro y le encuentro una estampa fantasmagórica, tragando saliva. Ella me sortea con un paso hacia la derecha, deja a sus espaldas el café que removía y se marcha con un paso algo torpe al área de trabajo.
Antes del pase de guardia vino el jefe de urgencias y me comentó que quería reunirse mañana conmigo, con la doctora y el coordinador de residentes. ¿Qué me iban a decir? Era su palabra contra la mía, yo tendría el apoyo de cualquier persona que me conociera: “no, él no sería capaz de decir tal cosa, es súper majo”, “imposible, no me lo creo”, dirían.
Pensé que me denunciaría, y anticipándome a los acontecimientos quedé con mi amigo Fran, el abogado, para que me aconsejara.
Fran acababa de volver de un viaje “de negocios” a Munich, eso es lo que le dijo a su mujer. Estuvo con una amiga alemana cepillando todo el fin de semana. Su mujer también se zumbaba a otros tíos; hacía demasiados años que esto sucedía aunque la situación le hacía mucho más mal a mi amigo.
Quedar con Fran tenía añadidos intereses pues, quedamos en un bar cuya terrada daba justo a la puerta donde vivía la doctora Serrès. Serrés tenía que volver de la guardia a casa y era imposible que hubiera llegado antes que yo. La esperaría allí y jugaría un rato más. Fran daría consistencia al casual encuentro. Me gustaba la idea, me excitaba y por momentos me imaginaba subiendo con ella al piso y acabando con su miserable existencia. Nadie la echaría de menos. Sería una victoria para la humanidad, sí, el mundo me debería algo importante.
–Me pones un gin tonic, Seagrams, gracias –dijo Fran de seguido que ya estaba sentado a una mesa.
-Fraaaan, ¿qué pasa, qué tal por Munich? –dije estrechándole la mano.
–Ramón, dame un abrazo, joder ¿cómo te va todo? –dijo tranquilo.
Entonces le conté lo sucedido. Fran me explicó la actitud que tenía que tomar durante la reunión, que lo negase todo y que lo grabara con el móvil.
–Esa tía es subnormal –convino–, creo que tengo que hablar con ella Ramón, hoy llevo todo el día hablando y discutiendo con idiotas. Te voy a contar….
Fran se había hecho mayor, tenía 34 años pero ya presentaba uno de los síntomas patognomónicos de convertirse en un carca, que es la de dar la chapa a otra persona, sabes que es un chapote inmenso, extensamente aburrido pero te da igual, lo vas a soltar sí o sí.
–He estado a punto de perder el avión pero finalmente he llegado al embarque. Hacía casi 24h que no probaba un bocado, casi todo el día follando y bebiendo ginebra helada con hielo –dijo removiendo el Seagrams.
–Pues no me das pena –dije lacónico.
–Calla, calla. –Se remangó la camisa y se inclinó hacia mí–. En el avión estaba sentado al lado de dos sudamericanas que no paraban de hablar, no se callaban, me dolía la cabeza tío y no se callaban. Una de ellas saca una hamburguesa del Mc Donald, la otra con el facebook chateando. Vamos a despegar cuando avisan que es importante, entre otras cosas, mantener los dispositivos electrónicos apagados. La idiota de las tetas gordas no paraba de charlotear idioteces: “Ah, sí, el problema es que tú te enamoras fásilmente, right? No puedes negarlo, arent are? Y la otra le respondía: “Ay, pero está tan guapo…”. “ Ay, ay, es que es guapo, carajo, mire acá…”
Dios, habíamos despegado, yo tenía hambre, resaca, a las idiotas parlanchinas y a sus juguetes electrónicos funcionando a saco. La madre que las parió. Pensé de qué manera podía decirles que apagaran el móvil de los cojones sin parecer un tipo raro y dije:
–Perdona, ¿no tendrás otra hamburguesa para mí?
– ¿Excuse me? –Me dijo la de barbilla prominente.
–Otra hamburguesa no te quedará por ahí –Pregunté sonriendo y señalando el bolsillo de su chaqueta. Entonces amaga con buscar en su bolso y me dice:
–Pues no, no tengo.
–No, pero mujer, estaba bromeando… Tengo mucha hambre. –Sonrío de nuevo pero sé que ya parezco un tío raro.
Se gira y sigue hablando con su amiga. Siguen con lo mismo: “Ojalá y hubiese perdido este avión. Estaría ahora mismito con él, qué guapo carajo, mire acá...Órale, mmm, jajjajajaj, LOL.”
Me levanto, voy a la parte de atrás y me dirijo a las azafatas:
–Tengo dos preguntitas, perdonadme las molestias –dije educadamente–. La primera es, ¿tengo que esperar a que paséis con los carritos para pedir comida, verdad?
–Efectivamente –respondió la de pelo amarillo.
–La segunda es que, aunque avisáis para que se mantengan los dispositivos electrónicos apagados durante el vuelo, muchas personas continúan utilizándolo. ¿De qué manera puede afectar esto? –pregunté intrigado.
–Las ondas interfieren con el ordenador del piloto, es mucho más serio de lo la gente piensa –me aseguró la azafata.
-Muchas gracias –dije.
–Ramón, vuelvo a mi asiento con ganas de reventarlas, me siento, me giro y les sonrío, saludo y les digo que sé de qué manera puede afectar eso de tener los móviles encendidos durante el vuelo, y es mejor que lo apaguen, pero no me hicieron ni puto caso. Hijas de puta –dijo Fran y siguió con tono airado–. Ramón, sabes que de vez en cuando un avión se va a la mierda y nadie sabe por qué, no sé, habrá que ver lo que dice la caja negra: pérdida de presión, alguien que atora el wáter con una cagada bestial, no sé, resulta que a lo mejor ¿estaba todo el avión mirando el Facebook? ¡Hasta me vacilaron, me preguntaron que si tenía miedo! Yo les dije que en España ya hay demasiados subnormales como para que viniesen más de otros sitios.
–Mentira eso no lo dijiste –dije después de reír.
–Si es tan importante, ¿por qué no hacen más hincapié las azafatas con el tema de los móviles? –Continuó Fran hablando del tema.
–Venga –dije sabiendo que había más.
–Llego a mi barrio, me siento en la terraza de la cafetería que hay bajo mi casa y, ¿sabes cuál es el saludo de la camarera al verme?
__RRRRAAAAM!!!! Rompe un trueno en el cielo, comienza a chispear__
“¿Hoy vienes sobrio no?” Y me quedo sin palabras pero poco a poco me empiezo a calentar, me voy calentando y calentando…
–Tú eres de calentarte bien, ¿eh? –le atajo.
–Buah, que se lo digan a la alemana –dijo con una sonrisa de triunfo total–. Pues termino el café, entro y busco a la camarera, que le decía a un cliente, algo así: “De repente yo tenía dinero, era joven y sólo dos posibilidades: o tener un niño o gastármelo en drogas. Mira, elegí las drogas porque total, hay que vivir el momento. Y creo que hubiera sido un error eso de tener niños, aunque me costó mi pareja; no obstante, me sigue apeteciendo mucho más un tiro de coca…”
Entonces pasé de decirle nada y fui directo a leer el horóscopo, joder, a ver qué coño estaba pasando hoy. Leo que hoy voy a conocer a alguien interesante cuando entran en el bar 2 tías disfrazadas de lo que fuera. Sus cuerpos blancos eran abrazados por redecillas negras. Entre ellas caminaba un hombre de unos 60 años; llevaba un bozal y un collar de pinchos atado a una cuerda de cuero. Se sentaron y pidieron que pusieran leche en un cuenco metálico. En la camiseta del hombre había una foto de él mismo y un título: “El hombre-perro”.
__Ahora llovía como si el cielo quisiera ahogarnos a todos. A penas había luz y no se podía ver absolutamente nada más allá de 3 metros cuando pasó la doctora__
–Calla un momento Fran –dije con el corazón a mil. Esperé que metiera la mano en el bolso, me acerqué a ella y le dije–: “¡Doctora Serrès! ¡Buenas! ¿Es que vive aquí? ¡Qué coincidencia! –Ella se dio la vuelta me miró y musitó un sordo pero audible, hijo-de-puta. Sacó la mano del bolso y pasó de largo dejando atrás el portal de su casa.
–Joder Ramón, ¿esa es la adjunta?
–Sí –dije sin quitar la vista de la doctora.
– ¿Estás loco, la estabas esperando?
–No, ha sido casualidad –dije a Fran.
-A tu abogado no le puedes mentir –dijo apurando la última gota de ginebra–, me marcho, llueve demasiado.
Fran se marchó y yo esperé a que regresara la doctora. Habían pasado dos horas y la ginebra se deslizaba por la garganta como alma que lleva el diablo. En aquellas dos horas creí volverme loco: al punto reía sin motivo aparente, luego pensaba en la muerte, reía de nuevo… Realmente no tenía un plan claro.
Un trueno sonó tan fuerte que pensé que después de aquello caerían grupos de heavy metal del cielo con sendas e infernales guitarras eléctricas. Imaginé una de esas guitarras disparando rayos, e imaginé de inmediato partiendo en mil trozos el cuerpo famélico de la señorita Serrès, tras un magnífico punteo.
Pero ¿qué me pasaba? ¿Estaba perdiendo la cabeza, me había terminado por convertir en un monstruo, cuáles eran mis intenciones?
Desesperado me levanté y fui a su portal, empujé la puerta que estaba abierta. Miré en los buzones. Serrés, tercero 1ª. Saqué el puñal de acero que llevaba y reventé el buzón, terminé arrancándolo con las manos. Cuando llegué a la casa de la doctora escuché que alguien abría el portal de abajo: era la doctora y su marido. Discutían.
–Tranquila ya estoy aquí contigo, ¡¿no?! –decía su marido.
–Te dije que quería que estuvieras cuando llegara a casa. Todo lo que te he contado es verdad. Nadie me cree –decía la doctora angustiada.
El edificio no tenía ascensor, dejé el buzón reventado en la alfombra de bienvenida y asomé la cabeza por la ventana del pasillo para ver si había una salida de emergencias: solo hallé una cornisa, demasiada fina. Cargué el puñal en la mano diestra escondiéndola lo suficiente dentro de la manga, me puse la gorra y bajé de forma apresurada. Ya estaban ahí, los oía. Esperé, calculé el tiempo para coincidir nuestro paso por el rellano. Pasé con la cabeza agachada, tropecé con ellos y seguí peldaños abajo. Dos segundos más tarde escuché la voz acongojada de Serrés:
–Era él cariño, era él.
El marido comenzó a bajar escaleras casi de cuatro en cuatro mientras gritaba con toda su alma no se qué de mi madre. Yo estaba en forma y las bajé rápidamente. Pensé en que los escalones estaban mojados y lo más seguro era ir bajándolos sujetándome fuertemente de la barandilla. En el último tramo la barandilla de metal se rompió y me hizo caer como una bola de nieve. El tarugo de su marido me dio alcance y al incorporarme le enseño el puñal. Él no puede ver mi cara, la gorra está bien abajo. Le grito distorsionando la voz:
–Si te acercas te mato.
El tipo jadea violentamente, masculla y maldice pero se queda donde está pero, de repente se lanza escaleras abajo de nuevo. No podía dejar que el cabestro folla raquíticas se abalanzara sobre mí. Logré abrir la puerta con algo de distancia y salí a la calle con su aliento casi en mi nuca. Fuera continuaba lloviendo, llovía a capazos meloneros. El marido continuaba tras de mí, al sprint, mi moto estaba aparcada a unos 20 metros y cuando llego a ella no tengo el tiempo suficiente para subir y arrancarla. Calculé que con una vuelta a la manzana sacaría la ventaja suficiente y así fue.
Al llegar a casa puse la radio que decía: “Corea del Norte ha ejecutado a su ministro de Defensa, Hyon Yong-chol, en una nueva purga de un alto cargo del régimen que lidera Kim Jong. Según informó hoy el servicio nacional de inteligencia surcoreano fue acusado de traición por haber incumplido instrucciones del líder norcoreano y por dormirse durante un desfile militar. El representante del NIS en Seúl detalló que el pelotón de fusilamiento usó un cañón antiaéreo para acabar con la vida de Hyon”
Pienso, Dios, el mundo está enfermo.
THA

El elitista del amor

No amaré a nadie que no lo haga conmigo, me refiero a un amor profundo, de admiración, en un mismo sentido a cualquier otra parte. No amaré a nadie que no lo sienta conmigo, esa alegría de habernos conocido, la convicción de que somos los mejores creadores de nuestra historia. Amaré con pasión al que me haga sentir invencible, al que eleve mi espíritu con fuerza. 
Mi posición es firme, de mi corazón solo salen puentes de acero.

THA

https://www.youtube.com/watch?v=gOqblSqx_VI

lunes, 4 de mayo de 2015

YO, EL MÁS NORMAL

Estaba tirado en el sofá de mi casa sujetando una copa de vino. Tengo 30 años, parece como si tuviera 45 pues me siento como un excremento de chiguagua quemado al sol de un descampado. Una barba de 3 semanas que olía a vino y mi pijama blanco/gris. Como era costumbre ya iba apurado de tiempo para llegar al trabajo. Yo, residente de UCI de un gran Hospital donde trabajo más que nadie y el mérito  se lo llevan otros. Yo, un tío guapo e inteligente que lo único que hace es trabajar y follar y follar aunque la mayoría de veces con subnormales pero eso sí,  qué sexo! Yo el rey, el hijo pródigo de mi tierra el que más folla y el que está menos loco de todos mis amigos locos. Yo! El más normal. Todo mentira.
Esta puta casa es lo único que tengo, esto y este vino afrutado de tanino corpulento que deja cierto regusto a palíndromo viejo de alcornoque cacereño… AH! Asco de vida, si no tengo ni idea de vino. ZAS! Estampo la copa de vino contra la pared, me ducho y voy en mi moto al trabajo, el rey del servicio entrando por la puerta, esa es la única sensación que hace no estamparme a 200 Km/h  contra una tapia.
Hola ¿Qué hay? Hola. Hola doc. ¿qué pasa? Hola buenos días. Si si serán para ti. Hola, hola. ¿Qué tal guapo? Mejor que tú. Hola compañero, haces mala cara…
Es 31 de Diciembre y me toca guardia de 24horas. Llegan las campanadas. Solo puedo visualizar los muslos de las enfermeras y las caras que se van desencajando por tanto trabajo y cava catalán. Pin una pin dos. Suena el móvil, un capullo se ha volado medio cuerpo con un Obús? Pero qué coño es un Obús? Se ha volado la mitad de la pared abdominal la mitad de la cara y media pierna. Le cuelgan 4 metros de intestino por los suelos. El paciente tiene 33 años y está llegando al hospital. Está vivo, si si, está vivo. 12!! Y un idiota tirando confeti otro que abre una botella de champan y me da un corchazo en la mano, pienso que lo mato.
Si está vivo el paciente es mío, pero qué coño es un obús y qué estaba haciendo con el maldito obús, oh dios qué freak (pensé cuando leí Obús en wikipedia). Veo a mi compadre de cirugía plástica , que tendrá una plácida noche, cómo le clava los ojos a Rosana, una residente de… boom boom qué mas dá! De mejillas rosadas y de pechos sugerentes, qué ricura dios mío y a mí me esperan 4 metros de intestinos. Le espeté, hijoputa si te la tiras te mato, pero qué va, él sabía que no lo mataría y yo que se la cepillaría en la habitación del pánico reservada para los pacientes con ébola, el lugar perfecto parapetarnos mi general, parapetarnos.
La vin compale estaba esho peaso el noi de 33 años. Efectivamente se había volado medio cuerpo y la sala olía a intestinos reventados sangre y heces acompañándose de un frío incómodo. Rápido ingresé en el paciente todo tipo de sustancias vasoactivas y sueros mientras los cirujanos se preparaban a reparar a 2 Caras, así lo llamaba uno de ellos y el ayudante cantaba en el quirófano, “prepárate, va a estallar el Obús” yo solo pensaba en Rosana, cariño mío Rosana no te tires al pardillo plástico, la imaginaba en mi cama dormida a mi lado, me levanto le hago un café, desayuna hacemos el amor se marcha de casa y no vuelvo a hablar con ella en meses porque la calentura se me ha pasado y en el circuito toca Sepang.
Yo no fumo, tengo un olfato prodigioso, una desgracia hoy. La semana pasada hubo un accidente en la base militar de Rota y tuve que estar bañando toda la noche a los quemados y las intubaciones de los más críticos era una odisea, a la mayoría tuvimos que hacerles traqueteo porque el fuego aspirado les había provocado graves estenosis en la vía respiratoria. Esas bocas podridas y el olor a cuerpos quemados… Lo peor es llegar a casa y bajarse los pantalones. Cuando cagas reconoces en las deposiciones el hedor de los pacientes, entonces sabes que te has tragado sus humores y se han instalado en toda tu dimensión, por dentro. Me da pavor. Tengo un bote de Vics Vaporub al lado del wáter.
Ser médico es una elección de hace tiempo, un sacrificio para el espíritu dinámico y alegre y una salvación para el que tiene por alma una alfombra mojada en el suelo. Me proporciona estabilidad, dinero, cierto estatus, pero a cambio he vendido años de aventuras llenas de desdichas y victorias de polvo sangre y cielo. No he aprendido nada de mi abuelo, malagueño boxeador que emigrando a Argentina fue capaz de hacer las Américas al contrario que la mayoría de emigrantes de aquella época que se dejaron las manos para levantar lo que hoy día es Miseria Argentina. Se ganó a puñetazo vivo el apelativo de “El Malagueño”. A gallego campesino respondía doblando espinazos y quemando catres y novias. Tiene 90 años fuma puros, vive en un chalet en Málaga y se va a casar con una brasileña de 75 y yo cago no muertos.
2 Caras está estable, sobrevivirá, he estado toda la noche con él, me debe su vida de freak, me la debe pero no sabe ni quién soy. Por la mañana la noticia ha generado expectación y hay una cámara de Telemadrid grabando al jefe de servicio. “Oh sí, el servicio de UCI está preparado para esto y más. Trabajamos duro”
Llego a casa, me rocío de Vics Vaporub, me ducho, me sirvo una copa de vino me echo en el sofá, enciendo la tele; 
“Cristiano Ronaldo sale del armario. La novedosa relación con Ricki Martin ha mejorado su registro goleador. Lleva una media de 180 goles por partido, se ve que los centrales del equipo contrario se apartan y le dejan rematar a placer. <<La vida me sonríe, afirma el astro>>”
Vuelvo a ser feliz.
Hala Madrid
THA









CADENA DE ERRORES

El viaje a Roma en general ha sido un acierto pero ha quedado algo justo por ciertas vicisitudes derivadas de mi estupidez. Yo soy experto en varias materias, una de ellas es la de dejar la mente en blanco y otra la de reírme de mi mismo. La primera muchas veces tiene como consecuencia el ejercicio de la segunda (aunque si pasara al revés sería aún más gracioso, para el espectador) y en esta ocasión no ha podido ser así.
El viaje a Roma ha sido intenso, divertido, revelador y anecdótico y menos mal.
Yo estuve aquí, en el Coliseo y en la Fontana de Trevi y recuerdo una estancia pesada a remolque sin ninguna gracia. Ahora con 15 años más no entiendo qué clase de niño fui, en qué coño estaba pensando que ni fui capaz de imaginar batallas en la arena, de emocionarme ni un instante de sentirme profundamente cateto y que apareciese la inquietud de conocer algo más de lo que me rodeaba. Supongo que estaría más ocupado pensando cuando dejaría de oler a vinagreta que es como huelen los adolescentes que están desesperados por echar su primer polvo y se matan a pajas, estaría dándole vueltas a si me crecería aún más el nabo o cualquier gilipollez así.
Dejo el hotel donde me hospedo, me quedan 3 horas hasta la partida del avión y creo que todavía puedo darme una vuelta. Salgo con mi libro de John Fante y leo a los pies del Coliseo y luego un poco más en el foro romano. Visito el museo de la Piazza Venezzia, la plaza que más me ha impresionado, entro, salgo y decido emprender camino a Roma Termini. De camino me paro en el café theatre y se me antoja un campari, que tardan en traérmelo, tardan demasiado, otra vez a un camarero se lo olvida mi comanda, no debería darles tanta conversación ni ser tan simpático. Termino el libro de Fante pago y voy a paso rápido. Cuando llego a Termini pregunto por el siguiente tren al aeropuerto pero es domingo y el próximo no me sirve. Puto campari de los cojones y putos camareros, la culpa es mía que soy un idiota y ahora tengo que pagar un taxi. El renfero del lugar me deja caer que aún en taxi muy muy muy rozando patilla conseguiría coger el vuelo, entonces salgo desesperado y me aborda un taxista, acepto sus servicios.
Le explico que tengo 30 minutos para llegar al aeropuerto y esprinta loco hacia el coche tan rápido que le pierdo casi de vista, me subo, arranca.
-Terminale?
-No lo sé. Fiumicino
-Internazionale?
Mi italiano es una porquería y nos entendemos de milagro.
-Alitalia, Barcelona, 30 minutti
-Terminale 3 entonces, ¿de la juve?
-No, esta camiseta es del Cartagena.
-Antonio
-Fante
Entonces se salta casi todos los semáforos de Roma ciudad poniendo luces de alarma, se pone a 150Km y alguna vez da la impresión o que vamos a atropellar a alguien casi al 100% o que nos matamos al mismo porcentaje.
-Son 50 euros al aeropuerto no?
-50 de ida 50 de vuelta, 40Km a Fuimicino, capito?
Vale, no me había dado cuenta de que el taxi no era homologado, y me la iba a meter doblada, resignado acepto, qué coño iba a hacer, parar el taxi? Pues claro pero no lo hago porque soy gilipollas y entre otras cosas hasta me llego a creer lo de ida y vuelta. Me enseña una mierda de papel donde se explica la tarifa, no me entero de un carajo.
A pesar de que no había visto una conducción temeraria como esta no se me notaba y apoyo tranquilamente el codo en la ventana bajada. Llegamos a la autopista y vamos a 200km/h adelantando por cualquier carril, se estaba pasando tela y en un bache el coche se suspende en el aire, me mira un rato mientras va a 200 y explota una risa que más acojona que hace gracia.
-Saltado eh? Hemos saltado?!!
-Si si joder…
-50 de ida y 50 de vuelta, mas también complemento que es festivo capito?
-Cuanto complemento?
-50 euro
-Molto expensivo Antonio!? No tengo ese dinero, arrivare al aeroporto y banco.
Pero qué hijo de puta, menudo atraco se estaba marcando. Todavía no lo había visto todo.
-Soy de Napole
-Y yo de Cartagena. Antonio!! Tenías que haber entrado por ahí.
-Nooo! En aeroporto no banco, me quieres engañar!!
Vale ahora sí que me iba a atracar. Entramos en el pueblo de Fuimicino a un cajero poco transitado saco 100 euros más por si acaso y entro en el coche. Advierto que en su mano izquierda sostiene un billete de 10 euros.
-Me pagas ahora!!
-Toma. Le doy 150 euros. Y no sé qué hace con un billete de 50 euros que me enseña 110. Me grita.
-Stronzo a Antonio no engaña nadie. Golpea el volante y en uno de esos movimientos veo que tiene una pistola en el costado izquierdo.
Yo no sé lo que hubierais hecho o pensado pero yo me llevo las manos a la cara tapándome los ojos y suspiro resignado mientras pienso lo surrealista de la situación lo peligroso de la situación. ¿Ahora qué hago? Si esto llega a las manos alguno de los dos va a terminar mal y temo que soy yo el que tiene todas las papeletas por lo evidente de todo. Intenté llorar cómo un histérico pero no pude, no me salía, no estaba acojonado al 100% para esto, sabía que si quisiera podría llevarse todo el dinero que quisiera, solo quería asustarme. Puse cara de seriedad y tristeza impasible.
-Antonio
-50 euros más! Me grita 50 euros más!! Salte del coche, que te salgas del coche!!
-Doy un golpe en la ventana y elevo algo el tono diciendo. “Mi padre he morto”!! Llevame al aeroporto, tinc que arrivare al aeroporto, espeto en mi cataliano. Salgo del coche.
-He morto tu pare? He morto tu pare? Me pregunta por segunda vez más alto. Yo hago como que no me inmuto de su acoso.
-Sí. Mantengo la calma con la mirada de los 1000 metros, como si no me importara nada y realmente la muerte de mi padre me hubiese dejado sin sentido para seguir atendiendo a cualquier cosa que me pasara en la vida.
-Entra al coche entra! Vamos! Me mira y me dice, mi pare tambene he morto. Me enseña una foto carnet de su aparente y obeso padre.
-He morto de un infarto. Corazone. Ataque. Pensé que el suyo habría muerto de IAM dada la cara que tenía y conseguir crear un vínculo de alguna manera y ganarme algo su confianza, pero apenas me atendió.
Arranca, parece que se encuentra algo más tranquilo, salimos de Fuimicino pueblo y en una nacional se pone a 200Km/h haciendo apartarse fuera de la carretera a cualquier turismo que se encontrara, excepto a uno. Dentro había un calvo bigardo supermusculado con su mujer que estaba tremenda, empiezan a gesticular y Antonio va aminorando la velocidad e invadiendo el espacio del carril hasta hacerle parar. Con las ventanillas bajadas, cada uno desde su asiento comienzan a discutir fuertemente hasta que el calvo le grita que lo mata. Entonces Antonio coge una porra extensible y sale del coche. La mujer gritaba mientras se le derramaban lágrimas por la cara cuando le suelta un porrazo al faro del coche. Arrancaron derraparon y se fueron cagando leches. Antonio vuelve corriendo al coche pareciendo que la contienda no ha terminado. Le recuerdo lo de mi padre.
-Tu pare….Tu pare no ha morto!! Movil, el móvil mensaje!! Comienza a darle golpes al volante.
Antonio no se creía lo de mi padre y quería ver un mensaje en el móvil con las condolencias de algún allegado.
-He morta face cincue horas…La mia mama es la única que lo sabe. No mensatge per parlar de que pare he morto.
Para el coche en un descampado da cuatro vueltas y se saca la pistola. Me indica que me acerque. Entonces no puedo levantarme del asiento, las piernas me pesan 50 toneladas.
-Toma, dispara contra el árbol entiendo que me dice.
Me vuelvo a llevar las manos a la cara, esto se está pasando de surrealista, quería que le disparase a un puto árbol para descargar mi rabia o para que mis huellas se quedasen en la puta pistola, cosa que se me ha ocurrido con las horas. Pero yo no podía moverme. Y muy seriamente retiro las manos de la cara y me quedo mirando al infinito, con la mente en blanco.
Grita, no se qué dice. Vuelve al coche y sin hablarme nos ponemos en marcha, llegamos al aeropuerto.
-Gracie Antonio per tuto.
-Ciao
FIN
THA

From Inferno With Love

Me despertó una sirena y unos gritos.
-que me tiro, que me tiroo!
Esa era Magdalena, la joven Magda parece que quiere arrojarse por la ventana. Apoyada en el pequeño borde se dirigía a su públiko. 
Joder, que se tire ya y me deje dormir. Imposible, lloraba gritaba, estaba casi seguro q no lo iba a hacer.
Hace 20 años en Kosovo el soldado Tousidonis se equivoco al lanzar un proyectil tierra aire derribando con mala fortuna un colegio lleno de niños. Decidió matarse y lo hizo sin levantar mucha expectacion. Se disparo dentro de su boca. Fin. Luego se supo que en aquél edificio no había ni una sola alma. Historias de la puta mili. Pero Magdalena esta dando demasiado por culo. No tiene arrojo pensè...
No pude contenerme mas e intervine.
-Tirate ya mierda y dejame dormir!! Pero atiende, despues te buscare en el infierno porque es alli donde los idiotas que no han querido curarse en vida van. Y tu eres una superclase en la materia. Alli nos encontraremos en el maldito infierno y cuando te encuentre te jodere viva o muerta o lo que sea todos los dias.
Magdalena se metió dentro de casa y yo me meti de nuevo en la cama. Todo se había resuelto. A los segundos llaman al timbre. Abro y ahi está Magdalenita de mi vida y del meu coraçao. Ay mama! encañonandome con la reglamentaria de su padre, el putero de la benemerita del 5o C se iba dejando la pistolita por cualquier lado...Boom!!
Abro los ojos, un sitio gelido cuando oigo una voz de yonki aguda penetrante.
-Tú desgraciado aquí aquí ven aquí campeón. Empezamos mal, siempre había odiado que me llamaran campeón y menos un desconocido.
El tio estaba en pelotas de cintura para abajo, arriba llevaba una camiseta de Camilo Sesto; Jesucristo Superestar. Le acompañaban dos rubias sexpectaculares. El pavo entonces saco una fusta maravillosa roja con incrustaciones de latón y empezo a atizarme por donde pudo, en la cara en las manos en el lomo y con la otra se masturbaba y vociferaba mirando al cielo o lo que hubiese alli arriba.
-Eres malo Jose Javier muy malo!! Sufre y sufre y asi por siempre!!!. Yo gritaba de dolor ante la esperpentica e inverosimil escena y a la vez tambien gritaba que queria tener dos rubias como él. Sangrando y solicitando, eso le hizo gracia al nudista cabron que dijo: Tendras una morena, me caes bien!! ZAS ZASS despues de arrearme durante 7 horas mas aparece Magda, la idiota se habia tirado desde el quinto despues de volarme los sesos. Fui hacia ella corriendo.
-Te adverti que no te tiraras q aki te esperaria, ahora te vas a enterar.
-Lo se, fue lo ultimo que me empujo a hacerlo. Me dio un beso infernal. Magda iba en serio, con una fuerza sobrenatural me levanto por encima de su cabeza y me lanzo hacia una mesa de madera cogió la fusta de mi compadre y empezó a arriarme de lo lindo. Pensé que pronto llegaría mi turno, todavía estoy esperando.
THA

martes, 6 de enero de 2015

Luz

Toda una vida sin encontrar la luz de aquella farola que ilumine mi camino, que me empuje a arrojarme con pecho descubierto, desnudo aunque impenetrable por aquello que me entusiasma y motiva y apasiona.... No encuentro luz que divise un proyecto de vida lo suficientemente convincente y ahí están los años que caen sobre el esqueleto como una plancha a toneladas. ¿Es que soy un cobarde que no adentro a lugares desconocidos? ¿Soy quizá una víctima de esta sociedad, de su educación que han hecho de mí una máquina más para producir?, producir... si fuera producir lo que yo quisiera, esa luz sí que quiero producirla y recorrerla a todas velocidades y tan alegremente pero no, no puedo crear, esa parte está atrofiada, amputada de mi cerebro. ¿Qué puede hacer una persona que quiere vivir emocionado por un proyecto pero es incapaz de elaborar ese proyecto, si quiera una idea? ¿Es que tengo el alma de alquitrán que nada me llama ni interesa? ¿Soy un niño, un adulto joven e inocente que todavía cree en el cuento de que podría dedicarme a algo que me hiciera sentir espléndido.... he visto demasiadas películas norteamericanas? Respondiendo que no. ¿Y para qué seguir si no se hace de esa manera? 
Definitivamente no, no soy valiente para el verbo, para la acción y por eso en ocasiones se me ve triste aunque sea positivo y hasta crea que lo soy y en otras veces estoy muy alegre porque preservo el don de rodearme de gente excepcional y me contagian. Yo no quiero ser el mejor, ni ser diferente, solo quiero saber quien soy y para eso me tengo que desnudar de casi todo, poner en duda todo lo aprendido y que está siendo conocimiento y crear la marca, mi marca....Creo que puedo prometerme la más baja promesa en lo que al verbo, me prometo movimiento, estar en movimiento, interior exterior, ya llegarán las ideas, siempre he sido algo lento.