elefantes

elefantes
Note

viernes, 19 de agosto de 2016

Mi pecho como antaño.

Quisiera derramar sobre tí mi inocencia, con toda la brutalidad de mi historia, con toda la magia de mi alma loca. Y un día ser aquel hombre que rajaba sandías sobre su barriga, y repartía rebanadas de pan moreno a sus nietos, suspendido en cada hora, habiéndolo hecho ya todo. 


THA

domingo, 7 de agosto de 2016

Estrellas

Sale el sol. Ahora miran ellas.

THA

viernes, 5 de agosto de 2016

Hueso y miseria

Recuerdo aquella tarde cuando me cubriste el cuerpo de bofetones, en el zaguán de la casa de la barriada, completamente fuera de ti. Estaba harto de esperarte y no quedaba nadie más en la puerta del colegio; Al resto de padres le importó una puta mierda que me quedase ahí solo.
Decidí volver a casa por mi cuenta y lo viví como una gran aventura. Pregunté por la calle Guadalete en varias ocasiones, para asegurarme de que todo lo hacía correctamente, a pesar de que sabía de sobra dónde vivíamos. Antes de cruzar la calle mayor, miré a la izquierda y a la derecha, volví a mirar, hice el amago de cruzar para que el coche frenase y cuando paró, crucé. Incluso miré al cielo por si acaso. Llegué al portal de casa, hice fuerza con la punta del pie y con las manos, tal y como lo hacías tú, pero sin éxito. Intenté alcanzar los botones del “fonoporta” pero todavía era muy bajito. Me senté en el suelo, espalda con pared, embobado, desenfocando la línea curva que dibujaban los barrotes rojos y blancos, admirando los  descomunales naranjos que quedaban detrás. Sentí que me había hecho mayor; ya podía volver a casa cuando hubiera de hacerlo. Después de un largo rato apareciste, doblaste la esquina de la panadería con bolsas del Pryca, o Continente. Se me llenó el pecho de alegría y me levanté del suelo. El resto ya lo conocemos. Aprendí la lección; No se me ocurriría moverme nunca más de la puerta del colegio hasta que vinieses por mí.
Hoy me llamas por teléfono. Al caer al suelo te has roto la otra muñeca. Te tienen que operar y me pides llorando que vaya a estar contigo y yo que no paso por un buen momento, que quiero desaparecer, entro en cólera y me gustaría abofetearte como lo hiciste ese día en el zaguán. Y entonces pasa; Siento que estoy muerto, que algo me acaba de romper en millones de pedazos, porque soy infinitamente peor que tú aquél día. Un miserable que se consume en el fuego eterno de sus miserias.

THA

miércoles, 3 de agosto de 2016

CONVERSACIONES DE BARRA.

-He cambiado los tenis de muelle por sandalias de cuero, me he comprado una colonia y un desodorante de esos. Dijo dándose importancia.
>>He abandonado mis camisetas imperio en el armario, que me hacían un rollo Bruce Willis espectacular que te cagas y he acabado poniéndome la mierda esta con la cara de un gilipollas. Dijo señalando la cara de Bukowski en su camiseta.
>>VAMOS! Que me he machacao los abdominales cada puto día de este verano pa el rollo de... FOH! Pero qué tonto que soy, ostia!
>>Perdón. Había derramado medio cubata en las piernas de ella tras un aspaviento.
>>Umm. ¡¡Pues eso!! Continuó tras apurar el vaso.
>>¿Sabes? ¿Y ahora pasas de mí? Aquí solo pasa una cosa chica, solo una. Y es que no me has visto caminando el boogie. Decía clavando medio índice en la madera de la barra que parecía que se partía una cosa u otra.
>>Ni lo vas a ver. Se esfumó por la puerta. Ella se asomó por el cristal. Le vio caminar el boogie por la calle. Desesperada abandonó el local, pero ya era demasiado tarde.

https://www.youtube.com/watch?v=cbezj9W2dXQ