Mucho más salvaje que mil noches en la selva
es la belleza que corona tu semblante de loba
es el fuego negro al que amenazas caoba
e intimidas al jaguar que con hambre se queda.
La sensualidad hecha carne curva que besa
la cuchara con la que come lo que quiere
la lengua que asoma cuando habla sugiere
que de su boca coma la más tierna fresa.
Dios mío!! El veneno que espiras sibilina
al universo acorchado para mí lo quiero
lo siento, es mi sangre que por tí se empecina.
Tu presencia es la arena, si te vas, calero.
tu pasado y presente mi alma no enrobina,
(NONES)
pues soy todo sangre, nada tengo de balero.
THA
Intenté escribirte un soneto pero soy mi último verso
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