Quisiera derramar sobre tí mi inocencia, con toda la brutalidad de mi historia, con toda la magia de mi alma loca. Y un día ser aquel hombre que rajaba sandías sobre su barriga, y repartía rebanadas de pan moreno a sus nietos, suspendido en cada hora, habiéndolo hecho ya todo.
THA
No hay comentarios:
Publicar un comentario