Diario de un extraterrestre. Día 30011
La mayoría de humanos desarrollan sus
vidas, bajo reglas de otros humanos que ni siquiera conocen. Puedo concluir,
que el problema del humano es muy básico: carecen de una identidad clara.
Son las 10:00 de la mañana y la cafetería está a rebosar. Son casi todo mujeres de edad media. Gritan. Salgo fuera y me siento en el suelo; el sol nos da de lleno a mí, al café y al edificio amarillo en el que estoy apoyado. A 13,7 metros hay 6 negros, bajo la sombra de un eucalipto; 5 permanecen callados, el sexto, vocifera al móvil, una y otra vez, los emparejamientos de la quiniela de esta semana.
Los pinos siguen en su lugar, a veces se mueven las ramas, a causa del
viento. El limón, ese fruto que nos tiene maravillados, madura y cae al suelo,
como siempre. Hoy ha habido muy poco viento, y a pesar de esto, he visto la
rama de aquél pino agitarse y un limón caer a la tierra, lentamente, como una
lágrima; pero, ni una sola voz ha emergido entre tanta saliva. Toneladas de
saliva. Aquí todo, madura y cae al suelo. Los edificios mueren con ellos
mientras duermen, y la propia muerte los aborta al asfalto, en cada amanecer. Y
no he escuchado, un solo grito entre tanta muerte.Son las 10:00 de la mañana y la cafetería está a rebosar. Son casi todo mujeres de edad media. Gritan. Salgo fuera y me siento en el suelo; el sol nos da de lleno a mí, al café y al edificio amarillo en el que estoy apoyado. A 13,7 metros hay 6 negros, bajo la sombra de un eucalipto; 5 permanecen callados, el sexto, vocifera al móvil, una y otra vez, los emparejamientos de la quiniela de esta semana.
THA
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