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Note

sábado, 9 de junio de 2018

DIARIO DE UN EXTRATERRESTRE-DÍA 45.980

Hoy he entendido lo de “más lento que el caballo del malo”, me parece sublime.

5 de Junio, quedan 19 días para el solsticio de verano y a la gente le gusta el sol, mucho, pero yo no veo a nadie preocupado porque el solsticio ya esté aquí: hay ciertas cosas que todavía se me escapan.
He aprendido a reconocer el dolor en los ojos de los que pasean solos por la calle, por los pasillos, de los que callan porque no hay más que dolor en sus gargantas; resulta que son personas que sonríen a menudo y eso me ha recordado a Fredy, a la conversación que hemos tenido a la vuelta de la fábrica:
“Ayer no pasó nada especial: me levanté, hacía una temperatura perfecta así que caminé descalzo por primera vez en lo que va de año, llegué a la cocina y tomé café con galletas; puse Absolute Beginers de Bowie y del buen rollo volví por el paquete de galletas y lo aniquilé; conduje lentamente durante largo rato, sin prisas, intuí que llegaba tarde al trabajo así que miré el reloj pero se había quedado sin pilas, eso me provocó un cosquilleo en la entrepierna que interpreté como felicidad propiamente dicha. Hice mi trabajo, pasaron las horas, hablé con Carmen y decidí mirarla a los ojos, tiene lunares diminutos en el iris, se lo dije, sé que le gustó porque sonrió al instante; completé el pasillo largo con los ojos cerrados sin rozar ninguna de las paredes, subí al coche, la lluvia continuaba; llegué a casa, fui al baño, la ventana dejaba entrar un horizonte amarillo tabaire y me acordé de Anna Scrauss, de su piel que era morena en todos sus horizontes, de sus ojos marrones claros… en silencio dejé que el agua corriera. Luego dormí a pierna suelta. Así es mi vida, una vida de pequeñas cosas”.

Fredy no siguió hablando. Calló, y reconocí en su mirada el rincón donde llora. John Lee Hooker no tiene comida ni zapatos para ponerse en pie; el señor Tatari ha perdido todo lo que tenía en Alepo; Rafael sufre depresión porque su mujer le ha dejado por un escritor mejor que él, más joven y con los glúteos más duros; Manoli sufre por sus uñas y Rachid se ha ahogado en el mar de Alborán; una sabina aguanta la tramontana década tras década, igual que el tomillo clavado en el centro de la roca, prima de otra roca que se hace la muerta en medio del mar.

Señalizar en una rotonda debe ser muy complicado; ser futbolista ha de ser muy complicado; vivir ha de ser muy complicado, en todas las lápidas aparecen grabadas las siglas DEP o RIP, me hace pensar que nadie vivió en paz -descanse en paz-, ¿cómo puede descansar alguien si no está en paz?

A veces amo este lugar: yo también me ducho a oscuras y como churros, sí, a veces amo este extraño lugar.

THA

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