Jacaranda sonreía bajo la lluvia; se encontraba lejos del deseo vacío y cerca de la atracción en su totalidad; imaginaba su cuerpo lejos de la ciudad, volando entre escarpados cortados como si fuera una golondrina, rebanando un cielo sedoso y amarillo.
- Estoy tocada por Dios, hoy no puedo morir –me dijo– ¡Quién no está tocado por Dios!
-No creo en Dios –respondí.
-Tal día como hoy, mi Dios te toca, constantemente; de hecho, puedes verlo ahora mismo si quieres a través de mis ojos –añadió.
Y lo intenté pero solo pude escuchar sus carcajadas, sus botas haciendo saltar las piedras que pisaba, su aliento a dos metros. Fue suficiente, tenía razón.
THA
https://www.youtube.com/watch?v=EDSSesrKz0k
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ResponderEliminarDomingo. Hoy el sol lo ha dado todo. Pero para mí los domingos son deprimentes sin discusión. Al atardecer una quedada, un café, un cine, un crianza. Y voilá, se consumó el milagro que el sol no consiguió.
ResponderEliminarDe vuelta a casa, en el metro, observo mi reflejo y siento la satisfacción de habitarme. Ahora todo tiene una intensidad fascinante. La noche, los edificios y sus lucecitas, la imaginación..."ven y elévate como el humo azul"...
Y llegando ya al portal he leído esto y he sentido que esta vibración del alma, en la que presagio que "Dios" va a mover los hilos a mi favor, se fusionaba con estas palabras.
Corydora, buenas noches, encantado de leerte. Estamos tocados ;) y menos mal, si no qué desperdicio.
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