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Note

sábado, 18 de septiembre de 2021

DIME CÓMO JUEGAS AL TETRIS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

18 de Septiembre del 2021. Nadie se bañaba en la playa, el agua estaba infestada de medusas lacerantes. Dos parejas con sus hijos intercambiaban faltas de ortografía cuando uno de los niños intervino.

-Venga hijo, ¿no ves que están havlando los mayores? –Le contestó su padre.

Pero el niño no interrumpía por interrumpir, opinaba acerca del tema. Seguí escuchando la conversación y allí no había nada: cadavérica. El niño se alejó a la orilla con un cubo blanco y consiguió introducir en él a uno de esos seres de otro mundo. Me acerqué y me asomé al cubo, aunque no fui a eso exactamente y se lo hice saber enseguida. Le dije que me pareció ingenioso su comentario de hacía un minuto, aunque lo hubiesen echado de la conversación después. Mientras admiraba los filamentos morados y alargados de la medusa, le instigué a que siguiera dando su opinión, que francamente me parecía un chico inteligente. Me miró algo desconcertado y dijo:

-Mira, parecen látigos.

Con eso me bastó. Yo detestaba a esos adultos y lo sigo haciendo, bajo mi prisma ni siquiera lo son. Un verdadero adulto nunca deja de jugar, no deja de reconocerse en los niños, adolescentes, y otras edades pasadas; de otra forma se convierte en un ser pixelado, una escala disonante que deja fuera las variaciones, como mi tío Jerónimo. Jerónimo es el hermano de mi madre. Un ser insoportable que recibimos con los brazos fríos y engarrotados cada navidad. Jerónimo camina y habla con la seguridad de quien posee el monopolio de la verdad y del buen gusto. Nunca deja hablar a nadie porque en realidad no pretende escuchar otra cosa que no sea su eco decibélico. Jeroglífico es un tostón del quince: interrumpe y propone las mismas conversaciones de siempre en las que deja claras sus inclinaciones conservadoras y excluyentes. Jeroglífico es proanimal pero utiliza una fragancia con almizcle; es ecofriendly pero tiene dos coches de gasolina y come bananas de Colombia. Jeroglífico es un jeroglífico porque es de rabiosa actualidad y a la vez un chiste malo de Marianico el corto. ¿Quieres un chiste malo? Cocacola Jero... Todo el mundo sabe cómo se termina una partida de tetris lo antes posible, todo el mundo sabe cuál es el dibujo de esa partida; lo digo por si queréis ponerle cara al alma de Jero. A veces pienso que es necesario, fascinante y un reto total dar rienda suelta a tus inquietudes, aprender nuevas disciplinas, evolucionar y progresar en distintos campos pero, ¿quién soy yo para poner en duda la dificultad horrorosa de no desplazarse un ápice de lo absurdo, toda una vida?

THA

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